El acusado del hackeo a Marcelo D’Alessandro dijo que prendió fuego su teléfono y lo arrojó al río Paraná
Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro (22), el hacker misionero que admitió el espionaje al ex ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires Marcelo D’Alessandro y varios jueces, declaró hoy que prendió fuego su teléfono y lo arrojó al río Paraná luego de que la jueza federal María Servini lo citara a declarar como testigo en otra causa.
El joven dijo que lo hizo porque “se asustó”, aunque ya había comprobado que se habían borrado las conversaciones con la persona que lo había contratado.
Nuñes Pinheiro declaró durante tres horas antes la fiscal porteña Daniela Dupuy en el marco de una ampliación de su indagatoria. El joven aseguró que la persona que lo contrató siempre le pagaba por anticipado. Y reconoció un pago de $46 mil que recibió el 17 de octubre, dos días antes del hackeo a D’Alessandro. Según dijo, fue por “tres objetivos”, a los que no identificó.
Para obtener los datos personales de D’Alessandro, a quien asegura no haber reconocido, el joven utilizó un perfil falso de Nosis a nombre de “Nicanor Moreno Crotto”, un ex funcionario que trabajó junto a Marcos Peña. Esta mañana, el hacker declaró que los datos de Crotto se los aportó la misma persona que le había contratado.
Hace dos semanas, el joven había confesado que que le pagaron “entre 12 y 15 mil pesos por cada objetivo” a través de una billetera virtual de cripto monedas. Además, dijo que lo contactaron mediante un usuario de la red Telegram identificado como “ElJuanxd”, aunque pudo escuchar la voz de una persona. Por la terminología que usaba, supone que era oriundo de la provincia de Misiones.
Tras la “confesión”, la empresa Lemon emitió un informe donde identificó varias cuentas asociadas y aportó nombres propios. Además, esa empresa aportó el dato de una cuenta de Binance, un mercado de compra y venta de criptomonedas. Esa cuenta sería el comienzo de la ruta del dinero.
D’Alessandro no fue la única víctima del hacker. La Justicia determinó que desde el mismo IMEI, y desde la localidad de Eldorado, ingresaron a las líneas de los jueces Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso (ambos integrantes del Tribunal Oral que condenó a la vicepresidenta Cristina Kirchner en el caso Vialidad), y del juez de la Cámara de Casación Gustavo Hornos, entre otros.
Basso y Hornos no denunciaron el hackeo ante la Justicia. En cambio, Giménez Uriburu hizo una denuncia penal que tramita en el juzgado de Marcelo Martínez De Giorgi, dos hay otras dos causas iniciadas por el presidente de la Corte Horacio Rosatti y el camarista Mariano Borinsky.
En el listado de damnificados de hacker de ElDorado también aparecen desconocidos que habrían sufrido algún tipo de estafa por parte de la banda de Eldorado que integraría el joven hacker. De hecho, hay varios casos denunciados en la ciudad de Buenos Aires.
Según fuentes de la investigación, Nuñes Pinheiro confesó hoy que prendió fuego el teléfono que utilizaba para comunicarse con la persona que lo contrató luego de que la jueza federal María Servini lo citó a declarar como testigo en la causa que se inició por una denuncia del diputado Diego Santilli. Ese expediente terminó archivado el 22 de diciembre, aunque los abogados de Santilli apelaron ante la Cámara Federal.
El joven hacker identificó el lugar exacto del río Paraná donde tiró el teléfono, cerca de ElDorado, en la provincia de Misiones. Sus abogados defensores, Sebastián Noguera y Marcos Kapko, aspiran a que ese aparato pueda ser encontrado para recuperar algunos datos y confirmar su versión sobre el escándalo.
Nuñes Pinheiro reconoció haber hackeado una docena de líneas mediante el SIM Swap, que consiste en tomar el control de una línea telefónica desde otro dispositivo, sin el consentimiento de su titular. En realidad, dijo que esos fueron los objetivos logrados pero que le pidieron “otros accesos” que no pudo concretar. Además, confesó que hizo entre “50 y 60 recuperaciones de SIM”.
En el caso de D’Alessandro, el joven utilizó una tarjeta SIM blanca vendida por la empresa Comtel SA, e interactuó, vía SMS, con la plataforma de Movistar que le solicitó tres datos: el número de línea, el número de documento del titular de esa línea, y el número de trámite del DNI.
En su nueva declaración, el joven aportó los datos de una nueva persona, con domicilio en José C. Paz, a la que le habría vendido alguna de esas tarjeta SIM blanca.
Los investigadores están convencidos que el joven hacker de ElDorado no fue el único protagonista de la maniobra. Por estas horas se investiga al padre, Elías Nuñes Pinheiro (47), quien viajó a Chile apenas un día antes del hackeo a D’Alessandro. Ese día se activó una antena del país trasandino en el celular del ex ministro. “Fue una maniobra de distracción, lo quisieron incriminar, el padre viaja seguido a Chile por trabajo, vamos a aportar todas las pruebas”, aseguran sus abogados.
Hasta ahora, el joven hacker trató de desligar a su padre y a otros tres imputados: Julio César Escobar, Cecilia Mercado y Antonio Aquino. Todos viven en la localidad Eldorado (Misiones) y fueron allanados hace dos semanas.
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