Alex Caniggia brilló en Masterchef Celebrity con la especialidad de su mamá
Un nuevo miércoles de beneficios enfrentó a los participantes del reality y llevó a Alex Caniggia a compartir algunos secretos familiares, no solo de cocina sino también de las relaciones entre sus parientes.
Todo empezó cuando Santiago del Moro le preguntó quién cocinaba en su casa, a lo que el Alex, que estaba preparando «bondiola a la fierita», respondió: «Mi mamá, una capa» y resaltó las habilidades de Mariana como experta en preparar pastas.
«¿Amasa?», continuó el conductor. «Sí, una capa ¡Te amo, mamma!», exclamó el mediático a la cámara.
En un momento la conversación empezó a tornar hacia temas familiares: “¿Te imaginás llegar a la final y a tu mamá allá en el balcón alentándote?”, lo animó Santiago. “Sí, me la imagino, pero prefiero sin gritos, así me puedo concentrar”, respondió Alex.
Más adelante, fue consultado por su hermana, admitió que Charlotte es «un desastre» en la cocina. «¿Se la imaginan cocinando así?», agregó.
Alex no tiene ningún tipo de relación con su padre, según admitió en el primer programa. “Mi viejo no me va a ver, estoy peleado mal”, dijo en su momento. “Así que si te sale mal, por ahí va dedicado a tu viejo”, bromeó Del Moro.
Cabe destacar que los padres de Alex se separaron en 2019, luego de que Mariana Nannis hiciera público los malos tratos y golpes que recibía del futbolista.
En octubre del año pasado había dicho, “Con mi papá no hablo hace un año. Cosas de la vida. Pero si, no hablo, no hablo. Me molestó lo que pasó con mi papá. Me molesto y tomé partido y me puse del lado de mi mamá. Perdí cierto aprecio por mi papá porque me defraudo como padre. Igual no soy rencoroso ni nada de eso”.
En la competencia todavía no mencionó es a su otro hermano, Axel Kevin, quien permanece en el anonimato.
A pesar de todo, Alexander sigue dando de qué hablar y no por su familia sino por su desempeño como cocinero en el programa más seguido de la TV.
En unos de los programas de la semana pasada había tenido un exabrupto con los jueces, que le dieron la medalla de plata por sacar el segundo lugar. En esta ocasión, finalmente su preparación fue elegida como el mejor plato y pudo cumplir con uno de sus lemas: «Siempre oro, nunca inoro».