La autopsia confirma que el joven asesinado en El Soberbio recibió un disparo en la espalda
La trágica muerte de Alberto De Olivera, un joven de 19 años, encontrado sin vida en la reserva Yabotí el pasado sábado, ha tomado un giro inesperado tras la realización de la autopsia. De acuerdo con fuentes involucradas en la investigación, se ha confirmado que el joven murió a causa de un disparo en la espalda, lo que sugiere que un tercero fue responsable de su fallecimiento.
El informe de la autopsia indica que el joven presentaba una herida de bala con una entrada en la parte dorsal, sin una correspondiente salida. Durante la autopsia, se recuperó la bala, la cual será sometida a pruebas balísticas para determinar su origen. Además, las dos armas incautadas en el contexto de la investigación serán examinadas por especialistas.
Estos hallazgos confirman que la muerte de De Olivera fue el resultado de un disparo efectuado a corta distancia, lo que sugiere la posibilidad de que haya sido un acto premeditado, aunque las autoridades no descartan otras hipótesis, como un accidente.
El trágico suceso ocurrió durante una excursión de caza y acampada en la Biosfera Yabotí, que se encuentra a unos 60 kilómetros de El Soberbio. En esta expedición participaban el joven y su padrastro, José Antonio D.O.S., de 29 años.
Según el relato del detenido, en la mañana del sábado alrededor de las 9:00 horas, mientras caminaban por el bosque, De Olivera manifestó su necesidad de orinar y se alejó unos metros. En ese momento, José Antonio afirmó haber escuchado un disparo y, al acercarse, encontró a su hijastro sin vida.
Marcelo Maslowski, Comisario Mayor de la Unidad Regional VIII de San Vicente, reveló que ambas personas portaban armas durante su caminata. Sin embargo, la versión de los acontecimientos cambió de forma significativa cuando José Antonio alertó a las autoridades locales alrededor de las 15:00 horas del mismo sábado, alegando que había escuchado un disparo por la mañana y había encontrado a su hijastro muerto. Posteriormente, abandonó el lugar y regresó a su hogar, donde informó a las autoridades.
Las inconsistencias en el testimonio de José Antonio levantaron sospechas entre las autoridades, quienes se desplazaron al lugar del incidente y descubrieron el cuerpo de De Olivera. En consecuencia, se tomaron declaraciones adicionales al padrastro, lo que generó más interrogantes sobre su versión de los hechos.
«Cuando llegó la policía, no se encontró un arma de fuego cerca del cuerpo y la escena podría haber sido alterada, dada la posición del cuerpo y otras circunstancias. A partir de ahí, cambió la versión, afirmando que solo escuchó un disparo», explicó Maslowski.
Dadas las incongruencias en el testimonio de José Antonio y las circunstancias sospechosas, el Juzgado de Instrucción Nro. 3 de San Vicente ordenó la detención de José Antonio D.O.S., quien actualmente se encuentra bajo custodia policial. Además, como parte de la investigación, se realizaron pruebas de hisopado de manos y guantelete de parafina para determinar la presencia de rastros de pólvora en las manos de la víctima y el detenido.
Como parte de las pruebas recolectadas en el caso, las autoridades incautaron varias armas de fuego y municiones en la vivienda de José Antonio, lo que aporta elementos adicionales a la investigación en curso.
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